El 25 de septiembre de 2018, Isabel Gallardo, una mujer y madre que vivía su vida tranquilamente, escuchó una noticia que le impactó: un suceso de violencia de género y violencia vicaria, y pensó que no hacer nada, también la hacía responsable.
Ese dolor que sintió le hizo entender que vivía en una sociedad rota, y que tenía que intentar hacer algo para generar conciencia social y despertar a la humanidad. Un gesto de implicación, que por pequeño que fuese, iba a ser más que nada.
El 25 de septiembre de 2018, Nerea y Martina, de 6 y 2 años, fueron asesinadas por su padre.
Isabel pensó hacer algo en torno al 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer y comenzó investigando sobre su origen.
El 25 de noviembre de 1960, en la república dominicana, por órdenes del dictador Trujillo, las hermanas Patria, Minerva y Maria Teresa Mirabal fueron secuestradas y golpeadas hasta su muerte. Minerva tenía 26 años. Patria, 30. María Teresa, 36. Entre las tres, cinco hijos.
Las hermanas Mirabal siempre sospecharon que estaban condenadas a muerte.
En una ocasión, Minerva llegó a proclamar: ¡Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte!
El asesinato de las hermanas Mirabal generó un sinfín de protestas en el país y las convirtió en un símbolo latinoamericano en la lucha contra la violencia de género. Se las conocía como “LAS MARIPOSAS”. Las hermanas Mirabal, las mariposas, fueron líderes, madres, mujeres que alzaron la voz para que se las escuchara y se convirtieron en un símbolo contra la violencia de género.
En diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 25 de noviembre, día en que fueron asesinadas las mariposas, como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El 25 de noviembre de 1960 se produjo un efecto mariposa que llega hasta nuestros días. Un pequeño cambio en nuestro entorno puede ser el origen de un cambio en el mundo. Un simple aleteo de una mariposa puede provocar en otros sistemas aparentemente ajenos.
En esta historia, un hecho tan horrendo como un crimen machista, dio paso al nacimiento de un gran proyecto social. El latido de las mariposas depende de nuestra actitud.
A partir de aquí Isabel se puso manos a la obra y elaboró, con el apoyo de sus compañeros de trabajo, un proyecto educativo para trabajar los valores y concienciar contra la violencia machista.
La primera mariposa fue creada por 500 palabras, todas llenas de esperanza y amor, fomentando los VALORES importantes en la vida, donde cada niño y cada niña fue aportando su palabra en relación al significado que el símbolo de la mariposa representaba.
En noviembre de 2018, por pura casualidad, cosas del destino o quizá por algún efecto mariposa, Isabel se encontró con Itziar, mamá de Nerea y Martina. A partir de este día Itziar empezó a tejer mariposas, que enviaba a personas comprometidas con la lucha contra la violencia machista, a los colegios donde se realizaba el proyecto.
De aquel profundo dolor nació una gran amistad y un gran proyecto social y educativo. Isabel Gallardo e Itziar Prats, se propusieron cambiar las cosas.
A partir de la mariposa como símbolo del cambio, Itziar e Isabel se ponen a trabajar, con un objetivo: que todo pequeño paso que cada una de nosotras y nosotros dé contra la violencia machista se convierta en un movimiento de concienciación imparable e irreversible.
Las mariposas de Itziar empezaron a volar y a sembrar valores allá donde se posaban.
El cambio había comenzado. Muchas personas, desde distintos ámbitos y lugares, se unieron al efecto mariposa y se pusieron manos a la obra, a tejer humanidad, de manera que las mariposas y sus valores empezaron a llegar a muchos rincones de España: municipios, colegios, facultades, hospitales, asociaciones…
Mariposas tejidas, mariposas de piedra, mariposas de papel y también en forma de libro y de preciosas historias.
El latido de las mariposas es un proyecto social y educativo que nació en 2018, de la mano de Isabel Gallardo e Itziar Prats y que sigue desplegando sus efectos, sembrando los valores de la igualdad y sigue creciendo con campañas como “yo me completo” o “con voz propia”, por lo que ha recibido numerosos e importantes reconocimientos, como el premio Celia Amorós de la Diputación de Valencia, el premio a la Igualdad de la Diputación de Granada, entre otros.
El aleteo de las mariposas ha llegado también a Alaquàs, sirviéndonos de inspiración y energía en nuestro camino a la igualdad. Hemos compartido muchas cosas durante este proyecto, hemos hablado, hemos reído, hemos llorado y hemos aprendido mucho. Con esta lana violeta de las mariposas hemos tejido hermosas redes que nos unen y arropan. Hemos conectado, como conectaron Isabel e Itziar.
Isabel Gallardo, tomó la decisión de pasar a la acción.
Itziar Prats, fue capaz de transformar el dolor en amor.
Y juntas, en un acto de amor, fueron capaces de crear este proyecto, el latido de las mariposas, un proyecto mágico, ilusionante y contagioso, de incalculable valor comunitario, en nuestro camino a la igualdad.
Por todo ello, en 2025 se les concede el Premio Clara Campoamor otorgado por el Consell Municipal de les Dones d'Alaquàs, por su lucha incansable en el ámbito de la defensa de los derechos de la mujer.